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nacimujer

Y todo se está acabando.

Y todo se está acabando.

Madre mía!!

Después de más de 7 años luchando por una ilusión, de repente llega una crisis y ALA!. Se acabó.

Es increíble cuantas cosas tiene la vida para enseñarnos.

En realidad, tampoco es que haya sido la crisis la que se está cargando mi empresa... empezó antes de que yo fuera consciente de ella.

Durante todos estos años, y desde el primer día en el que cogí un folleto de un producto que a mí me parecía maravilloso , pero que nadie conocía ni necesitaba y salí a la calle para convencer a todo el mundo que necesitaba aquello, pensé que esto podía acabar de muchas formas, pero nunca como lo está haciendo.

La cuestión es que en todos estos años, trabajé muy duro, excesivamente duro, y tuve como compañero a mi padre,que me sacó siempre los problemas de instalación  y esas cosas. Nunca encontré nadie que pudiera igualar el trabajo de mi padre. Con la confianza que yo tenía en las manos y el buen hacer de mi padre. Los únicos problemas que teníamos los dos, es que éramos dos gallos en el mismo corral... ( que no es poco )

Al final, mi padre y yo tuvimos que dejar de trabajar juntos. Uno, por que nos peleábamos continuamente, y otro por que se enfermó con una especie de depresión que lleva arrastrando todavía. Y no volví a tener a nadie en el que confiar. Lo pasé realmente mal. Me gastaba todo el dinero que ganaba  practicamente en encontrar personas responsables que se hicieran cargo de las instalaciones. Pero nada. Todo resulto inútil. 

De nuevo me volvía a empezar a poner enferma. Sería esta mi tercera depresión, y no estaba dispuesta a pasar de nuevo por ahí.

Un día, durante una selección de personal en la que habían varios profesionales de la fontanería y la electricidad ( por fin gente que sabía hacer cosas y no tenía que formar ), me llamó una amiga mía, una buena amiga para pedirme, que sin compromiso, si podría darle trabajo a su marido. Eureka! pensé yo, las cosas empiezan a cambiar. Claro que sí, le dije, con todo el gusto del mundo!. Me llegaba como caído del cielo, una persona que conocía desde hacía 15 años o más, de confianza, con 45 años, casado con mi amiga, con hijos.. por fin alguien con quien luchar codo con codo.

Tan contenta estaba, que le dije que empezara a trabajar conmigo, y que en navidad ( un mes después ) ya habría estudiado de qué manera remunerarle para que tuviera un porcentaje de la empresa, o un porcentaje de beneficios.. en fin, que nos sentaríamos a hablar en cuanto lo tuviera organizado para que pudiera ganarse muy bien la vida.

Todo iba sobre ruedas, el trabajo nos llovía, y yo por fin estaba tranquila. De repente, un día, sin ton ni son, se sentó delante de mí y me dijo que ese mismo día acababa de trabajar conmigo. Así, de repente. Sin hablar conmigo, sin saber si había hecho algo que le había herido, o que leches pasaba. Le dije si era por dinero , que si ese era el motivo no me había dado tiempo ni a hacerle mi super oferta, yo estaba dispuesta a darle todo y el me había dicho que también, que lo llevaríamos entre los dos, que aunque fueran mal las cosas para el y para mí siempre habría trabajo... y el, nada. Sin ninguna explicación, ni aviso, se despedía. Se quedó allí con la cabeza agachada diciéndome que volvía a los zapatos, que le habían hecho una buena oferta. Donde quedaron todas sus palabras? las mías seguían allí para cogerlas, para trabajarlas, pero donde habían quedado sus palabras??

Tal fué la decepción que sufrí, de un amigo, de alguien en quien confias.... no hubiera sido más facil ir contandome sus sensaciones mientras trabajaba en vez de ir buscando otro trabajo sin decirme nada con mi tiempo, con mi coche, con mi dinero y con mi confianza? Destrozó el coche unos días antes de decirme que se despedía. Un coche que compré especialmente para él... y no tuvo la delicadeza de hablar conmigo. Me dío una semana para buscar otra persona como haciéndome un favor. Me costó un dineral, y una amiga la experiencia. Quedé muy tocada. Tanto que pensé, bueno, si ni siquiera con este amigo he encontrado a la persona en quien confiar, despues de tantos años intentandolo, si ni siquiera puedes confiar en un amigo, se acabó. No continuaré con esto.

Dicho y hecho. La noticia me la dió un día 5 de Enero después de las vacaciones de navidad, y el día 8, llame a la chica del local que tenía arrendado para decirle que cerraba, que la avisaba con la antelación necesaria tal y como figuraba en el contrato.

A partir de ahí, todo se precipitó... se empezó a hablar de crisis... y me vino fenomenal!! así tendría mas fuerzas para desmontar todo el trabajo que había montado en 7 años. Y llegó la tranquilidad. Una crisis , y una tranquilidad.

Ahora estoy cerrando poco a poco, intentando que no me dejen impagados... y soy más feliz que nunca.

Que vida esta. Lo que proyectas, lo que deseas sucede.

Soy muy feliz.

 

 

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